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Y tú…¿qué haces contra la homofobia?

Enós-Tomás Pastrana y Delgado. Secretario de Organización y Movimientos Sociales de ALTER Madrid.


La homofobia, por definición, es el odio o desprecio hacia las lesbianas, los gays, los bisexuales y los transexuales.

Las palabras no son inocentes, e indican una actitud determinada por parte de quien las emplea.

No es lo mismo decir “GAY” o “LESBIANA” que “MARICÓN” o “TORTILLERA”. Las primeras indican una actitud de respeto y consideración, las otras indican desprecio y homofobia. Y el desprecio al otro, al diferente a uno mismo, es siempre el germen de la discriminación, la persecución y la violencia, como hemos visto todos en los medios de comunicación. Asimismo, el tono en que se dicen esas palabras es importante, y denota lo mismo.

La Homofobia no solamente es que se ataque a gays o lesbianas, si no que es, también, el desprecio a los LGBT a través de palabras malsonantes como las arribas mencionadas, chistes fáciles, burlas, y todo aquello que hace que los demás se sientan incómodos consigo mismos (en este caso, con su orientación sexual).

Por ello, debemos dejar atrás la inacción y la autoconmiseración, y empezar a pasar a la ofensiva, pues si nosotros mismos nos consideramos menos que el resto de la población, los homófobos seguirán envalentonados atacándonos de múltiples maneras. Si empezamos a no dejarles pasar una, y les hacemos frente con todos los elementos legales necesarios, y sin perder las normas esenciales de la buena educación, demostraremos que somos mejores que ellos, y lograremos que cambie la mentalidad de la mayoría de la población. Debemos ser conscientes de que somos, como mínimo, igual de buenos que los demás. Somos hombres y mujeres, de todo color, estatura, raza, clase o religión. Que entre nosotros hay personas con todo tipo de profesiones y caracteres, y que el hecho de que nuestra opción sexual sea diferente a la mayoritaria no nos hace inferiores a los demás, pero tampoco mejores: nos hace, exactamente, iguales. Manuel Azaña, Presidente de la II República Española, dijo una vez: “La Libertad no hace felices a los hombres; los hace, simplemente, hombres”

Normalmente, cuando una persona es homofóbica, suele además ser racista y/o misógina, por lo que extiende su violencia no solamente hacia los gays y lesbianas, sino también hacia las personas de otro sexo, raza, cultura o religión diferentes a la propia.

Y eso lleva a la agresión hacia las personas por causa de una apariencia externa, o por algo que parece, o te han dicho que esa persona es. Piensa un poco y medita lo siguiente:

Si tu…

Padre, Madre, Herman@, Prim@, Ti@, Abuel@, tu mejor amig@…

Tu médic@, tu enfermer@, tu kiosker@, el policía de tu barrio,

Tu alcalde, tu vecin@, tu párroco, tu obispo,

Tu panader@, tu peluquer@, tu jef@, tu compañer@ de trabajo,

Periodistas, albañiles, ejecutivos de empresa, barrenderos, carnicer@s,

Tu compañer@ de deportes, la persona que se sienta a tu lado en el bus…

En resumen, cualquier persona con quien te cruzas por la calle, o a quien conoces,

puede ser Gay, Lesbiana, Bisexual, Transexual o Heterosexual, sin que tú lo sepas…

¿Por qué DISCRIMINAS a tu vecino? ¿Acaso te consideras mejor

Alternativa Republicana no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

#EnósTomásPastranaDelgado #homofobia #opinión

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