El milagro educativo español

Cuando hablan de PISA, cuando hablan de nuestro sistema educativo, los medios de comunicación, y sobre todo nuestros mediocres políticos y en especial los de Derechas, deberían incidir en el milagro educativo español, en el tremendo avance que nuestra educación y nuestro sistema educativo ha protagonizado en apenas tres décadas. Y es que las cifras son tozudas, y que estemos prácticamente al mismo nivel que las muy ilustradas Francia o Alemania, invirtiendo mucho menos y partiendo de los niveles de dónde partíamos hace apenas treinta años, sólo puede ser calificado de un milagro. Y con unos protagonistas, los profesores españoles, los vilipendiados profesores españoles a los que tanto odia el populismo basura de Derechas, y algún cretino autodenominado de Izquierdas.

De esta manera, cuando se habla de la realidad educativa española, de nuestro sistema educativo, conviene poner las cosas en perspectiva. Así, cuando algunos critican la mediocre posición que ocupamos en el ranking del Informe PISA, tal vez debamos tener en cuenta que, tal y como demuestra Pau Mari-Klose, si el nivel educativo medio de los padres españoles fuera similar al de los progenitores finlandeses nuestro país ocuparía el octavo lugar en el citado ranking. De hecho, Castilla León, que ocupa un magnífico lugar en el informe PISA, presentaba a finales del siglo XIX unas tasas de alfabetización similares a las europeas; mientras, en el resto de España, el más atroz analfabetismo era la tónica dominante. En esta línea, debemos recordar que si Francia, con Napoleón, creó la Escuela Nacional obligatoria, en España la enseñanza fue un servicio marginal que se dejaba en manos de los Ayuntamientos (que era lo primero que recortaban) y de la Iglesia. De esta manera, a finales del siglo XIX mientras en Francia apenas el 10 % de la población era analfabeta, en España ese porcentaje ascendía a más del 60 %. Es decir, la historia de la alfabetización y de la cultura de las generaciones precedentes influye y mucho en el nivel educativo medio de un país. Esa es la realidad, y lo que debemos tener en cuenta a la hora de analizar en perspectiva lo que ocurre en el ámbito educativo de un país.
En este sentido, España, salvo el breve paréntesis de ese sueño de modernización que supuso la II República, siempre presentó un brutal atraso educativo hasta los años 70 del siglo XX. Eso era lo que le interesaba a las elites extractivas de este país. Y al parecer lo que les vuelve a interesar.
Resumiendo, el régimen del 78 incide en lo más rancio del franquismo; incide que los ciudadanos deben/debemos estar totalmente despolitizados, y que la política es cosa de unas élites (en términos modernos aunque también en desuso “casta”) que son los que “saben”. Ahora bien, lo más lamentable es que la necesidad de una nueva Constitución, de abrir un proceso constituyente, ha desaparecido como he dicho totalmente del escenario…cuando hace unos meses era tema estrella. Que las fuerzas del régimen en realidad no estaban por la labor era más que evidente. Sin embargo más preocupante es que Unidos Podemos haya renunciado a ese imprescindible proceso constituyente, y es que ya son demasiadas las renuncias de la formación morada y de UP, como por ejemplo la reivindicación plena de una República.
Y por cierto, con una República federal semipresidencialista, con elección a dos vueltas, hace tiempo que tendríamos gobierno, y lo tendríamos con luz y taquígrafos. Tal vez la crítica incidiría en el bipartidismo, pero no creo…los partidos pequeños tendrían la oportunidad de decantar la segunda vuelta y de conseguir buena parte de su programa a cambio de su apoyo. Es una propuesta tan buena o tan mala como cualquier otra, ¿qué miedo hay a discutirla? ¿Qué miedo hay a abrir un proceso constituyente? ¿Es mejor acaso seguir con el sistema, la podredumbre y la desesperanza actuales?
Artículo publicado en Diario16
El libro “Tiempos de furia” recoge artículos de Miguel Ángel Cerdán, muchos de los cuales hemos tenido la suerte de publicar en la web de Alternativa Republicana.
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