Bases para reorganizar el espacio republicano en España

Ya el 17 de febrero del año pasado realizamos un comunicado Al Servicio de la República en el que trazábamos las líneas qué deberían definir la estrategia republicana ante los desafíos que tenemos planteados. El plan de entonces —unos objetivos traducidos a una estrategia y a unas acciones concretas— sigue siendo válido: no hay ahora elecciones en perspectivas, pero el plan es de aplicación para reconstruir el espacio republicano frente al actual régimen, habida cuenta de que quienes están hoy en las Cortes diciendo representarnos sigan considerando que no es tema prioritario, que divide y que no permite ganar elecciones en un claro despropósito. La necesidad de organizar la ruptura con el actual régimen y de hacerlo de forma democrática, explícita y republicana es clara.

Decímos:
Colectivo Al servicio de la República
Bases para Bases para reorganizar el espacio republicano en España
Urge valorar conjuntamente entre todos los republicanos la posibilidad de establecer una Alianza Republicana, es decir, una propuesta de unidad republicana que alcance a todas las fuerzas partidarias de un cambio profundo de la situación y de profundizar la democracia, dejando atrás todo lastre post-franquista. No habrá políticas sociales y solidarias sin derrotar política y socialmente a quienes son un freno para ellas, la República como objetivo es la expresión simbólica de esa victoria. No vamos a renunciar a ella. Los que combaten y temen a la República son los mismos que se benefician del actual estado de cosas, los que la ignoran o desprecian en la política diaria, han de tener cuidado porque están siendo cómplices de sus enemigos lo quieran o no.
Los republicanos defendemos la ruptura democrática con este régimen, esto es, consideramos ilegítima la Constitución del 78; no existe otra legalidad que la actual, pues al disolverse el gobierno en el exilio en 1977, la vigente en el territorio español pasó a ser la única, pero esto no significa que consideremos legítimo un estado que se niega a romper sus lazos con la dictadura y que se basa en su legalidad para la fundación del actual sistema democrático, un absurdo que solamente la República recuperada puede solucionar.
Traducimos este rechazo en acciones políticas concretas: consideramos que se deben anular los referéndum franquistas que trajeron la monarquía, declarar ilegal el franquismo, sus tribunales y sentencias y limpiar el estado de todo rastro de impunidad. Alguien debe defender estas ideas y tratar de ponerlas en claro ante la opinión publica; nos dicen, «no se puede»; respondemos, ¡pero se podrá defender en las Cortes! ¿o no? ¿No hay un sólo diputado que pueda alzar su voz y decirlo? Si no lo hay deberá haberlo. Cuando la verdad entra, la mentira huye. Tan débil es este sistema, que tiene un miedo atroz a las simples palabras: república, dignidad republicana, fin de la impunidad, laicismo, verdad, justicia, reparación. Una sola gota de república basta para cambiar la situación, para denunciar la impostura de la política española, la falacia fundacional del actual régimen. No es el pueblo, el electorado al decir de algunos, el que no está a la altura del propósito republicano, son los actuales dirigentes de partidos y los cargos públicos los que no están a su servicio, ni siquiera los que dicen reconocerse en este objetivo, son ellos los que no creen en la República y no se atreven a defenderla. Esto debe cambiar.
Es vital hacerlo, pues nos llevan de cabeza a una reforma constitucional que pretende consolidar el régimen. Aceptar una reforma constitucional sin más, sería una derrota brutal, significaría que la consolidación del régimen post-franquista lograría de nuevo que la oposición democrática renunciase de nuevo y esta vez definitivamente a rescatar la legalidad republicana robada. Defender la República aquí y ahora es imprescindible. Este planteamiento general de partida es perfectamente compatible con defender un programa social y político que haga frente a la situación social, desde la absoluta consciencia de que el Euro, la arquitectura de la Deuda, el BCE, el TTiP, la forma de financiación del estado español con su política monetaria transferida al BCE, etc, son un problema serio que sólo puede ser resuelto recuperando plenamente nuestra soberanía.
Ante quienes niegan la República, la consideran no prioritaria, que divide o que no tiene espacio claro ni explícito en las políticas de alianzas, parlamentarias, electorales, estratégicas y de acción cada día, afirmamos que no nos representan y que no resultan creíbles cuando afirman ser alternativa u oposición al actual gobierno y sus apoyos.
Frente al régimen, defender la legalidad republicana y afirmar rotundamente que la monarquía es ilegítima; Frente a la reforma de la Constitución, exigir la anulación de los referendum franquistas que trajeron la monarquía, y con ello anular la parte que define la forma de estado y formación de un gobierno provisional de la República que organice una futura Asamblea Constituyente; Frente a la Impunidad, ilegalización del franquismo y declarar nulos lo que fue su aparato legal y de tribunales en todo lo que fue vulneración de derechos humanos— a día de hoy las sentencias franquistas son reconocidas y sus víctimas siguen siendo criminales— , con justicia, verdad y reparación material a las víctimas; Frente a la Crisis, un programa social de emergencia; Frente a la Deuda y el BCE, recuperación plena de nuestra soberanía económica y monetaria; Frente a la necesidad de unidad para lograr avanzar, alianza republicana con la estructura de un Frente Popular; Frente a la necesaria labor de comunicación y extensión de la propuesta republicana, poner en juego lo mejor de nosotros mismos, emplear todos los recursos disponibles y basarnos en la claridad y en la firmeza de nuestros principios; Frente a los desafíos del cambio climático, de la necesaria transición energética y el cambio de modelo productivo, poner todos los recursos de la nación, humanos, universitarios, económicos y financieros al servicio de la supervivencia y la dignidad colectiva de todos para asegurar un futuro a las generaciones venideras; Frente a la cuestión de la estructura territorial del estado español y los derechos de los pueblos, la íntima y firme convicción de que sólo una unión fraterna y solidaria sobre el principio federal podrá ayudarnos a vencer los retos que tenemos planteados todos.
El Colectivo Al Servicio de la República llama a cuantos compartan estos puntos básicos o consideren la necesidad de dialogar y coordinarse a entrar en contacto. La República necesita republicanos.
17 de febrero de 2017
Colectivo Al Servicio de la República
contacto: dedona@mac.com
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